Juegos y Dados

Reseña de Oh my Goods! Bueno, bonito y barato

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Europa, Edad Media: los jugadores asumen el papel de artesanos para producir una amplia gama de mercancías. Haz uso de tu producción en cadena para ganar un montón de puntos de victoria!

Oh my Goods! es un juego diseñado por Alexander Pfister, autor de juegos como Isla de Skye o Mombasa, y está ilustrado por Klemens Franz, ilustrador de juegos como Agrícola. El juego fue editado y publicado originalmente por Lookout Games en el 2015 y ahora edita SD Games en colaboración con Gen X Studio en nuestro país. Aprovechamos para agradecer a SD Games habernos facilitado amablemente una copia del juego para la reseña.

El juego está diseñado para jugar de 2 a 4 jugadores de más de 10 años y tiene una duración aproximada de 30 minutos por partida.

La caja del juego es de tamaño pequeña (100x130x20mm), con un inserto en su interior para evitar el movimiento de las cartas.

A continuación os listamos el contenido del juego:

Os mostramos un vídeo que hemos preparado con el unboxing comentado del juego.

Oh my Goods! es un juego con mecánica de gestión de mano y colocación de trabajadores, en el que los jugadores interpretan ser artesanos que deben construir nuevos edificios de producción, mediante los recursos que aparecen en el mercado y las cartas de recursos en mano, y a la vez con sus edificios de producción deben producir una amplia gama de mercancías, además de mejorar sus procesos y lograr cadenas para producir lo máximo posible.

Mecánica

En la configuración inicial de la partida se entrega a los jugadores un edificio de producción de Carbonera al azar y un Trabajador. El resto de Carboneras y Trabajadores se devuelven a la caja. En función si se juega a 2, 3 ó 4 jugadores, sobre la mesa se colocan 4, 6 u 8 cartas de Ayudantes, respectivamente, con la cara escogida al azar. Cada jugador coloca 7 cartas con el dibujo de la caja en el dorso hacia arriba sobre la carta de la carbonera, que representa que son las unidades de mercancía que tenemos producidas, y se roba 5 cartas.

Las cartas en juego tienen 3 usos diferentes, como recursos con el símbolo de la izquierda de la carta, como edificio, el cual indica abajo que se ha de hacer para que produzca y como mercancías producidas por los edificios situándola boca abajo con la caja del dorso hacia arriba.

La primera y sucesivas rondas se compone de las siguientes fases:

El final de la partida llega cuando un jugador construye 8 edificios, en ese momento se acaba la ronda en curso y se juega otra completa. Después se cuentan los puntos de victoria por sus edificios y ayudante, así como un punto de victoria por cada 5 monedas, y gana el jugador con más puntos de victoria.

Opinión

Oh my Goods! tiene una mecánica sencilla y rápida y que, debido a realizarse las fases de todos los jugadores prácticamente simultáneas, dispone de unos entreturnos muy cortos.

La rejugabilidad tiene un grado muy alto ya que 94 cartas de edificio/recurso y 8 cartas de ayudante, a doble clara, generan un muy alto número de posibles combinaciones como para no repetirse 2 partidas iguales.

El aspecto gráfico del juego es fantástico. El trabajo de Klemens Franz con las preciosas ilustraciones de las cartas es genial, algo que era de esperar de este gran ilustrador de juegos como Isla de Skye.

Personalmente, nuestras impresiones son las de estar delante de un juego de gestión de recursos y trabajadores que aunque con un toque de azar debido al robo de cartas y lo que aparezca en el mercado, tiene una sencillez y jugabilidad muy buena para introducir nuevos jugadores a este tipo de juegos o jugarlo en familia y con la suficiente intensidad como para jugar con amigos más habituados a este tipo de juegos. Además, se trata de un juego que se presta a ser interesante para jugar torneos por su corta duración y mecánica.

Espero que hayáis disfrutado de la entrada tanto como yo, hasta la siguiente entrada…

Bueno, bonito y barato!

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