
Eras antaño, cuando el mundo era joven y salvaje, apenas habitado por bestias terribles, llegaron de más allá del tiempo los Peregrinos, una raza cuyo verdadero nombre, si alguna vez lo tuvo, se perdió en el devenir de los siglos. Este pueblo, muy avanzado tecnológicamente, colonizaría progresivamente todo el continente, desde los hielos boreales hasta los mares australes. Muy pronto comenzarían a construir todo tipo de estructuras, especialmente en el interior de la tierra, excavando enormes grutas conectadas por una intrincada red de canales navegables, alimentados desde el mar interior de Oculta, que a su vez recibía el agua del Gran Cañón de Xerecron, obrado gracias a la asombrosa ciencia de los Peregrinos. Numerosos asentamientos subterráneos se desarrollarían con rapidez, convirtiéndose en ciudades dotadas de grandiosos edificios y templos consagrados a ídolos extraños. Tiempo después, los enanos denominarían Vajra a este imperio subterráneo y, tras años de uso, esta palabra se popularizaría entre todos los pueblos de Voldor para referirse al antiguo reino de la raza de las estrellas.
Leer más “Reseña de El Resurgir del Dragón”
¡Ayúdanos y compártelo por las redes sociales!
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...