A principios del siglo XIX en Londres, Fagin el terrible fuerza a un grupo de perros de la calle a robar huesos para él por toda la ciudad. ¡Por la noche, ellos tratan de recuperar una parte de su delicioso botín – pero Fagin sueña con un ojo abierto!

Doggy Bag es un juego diseñado por Antonin Boccara, e ilustrado por Aline Kirrmann, que edita en nuestro país GDM Games, a quienes agradecemos habernos facilitado amablemente una copia del juego para la reseña.

Doggy bag, es un juego de mesa de 2 a 6 jugadores, a partir de 8 años y con una duración media de aproximadamente 20 minutos por partida.

La caja del juego es de tamaño grande (200x200x55mm), sin ningún inserto de plástico en su interior para organizar los componentes.

A continuación os listamos el contenido del juego:

• 101 Huesitos
• 6 Pantallas
• 1 Bolsa de Tela
• 8 Marcadores de Rol
• 1 Loseta de Cofre de Fagin
• 2 Monedas de Fagin
• 1 Marcador de Jugador Inicial
• Instrucciones

Os mostramos un vídeo que hemos preparado con el unboxing del juego.

Doggy bag es un juego en el que los jugadores interpretan ser perritos londinenses bajo el mando de su líder, Fagin, que son obligados durante el día a robar huesitos para él y, durante la noche, los perritos despiertan y tratan de robarles algunos de los huesitos a Fagin.

Mecánica de juego

Al inicio de la partida se coloca la loseta del Cofre de Fagin y los 8 marcadores de rol alineados, todo en el centro de la mesa, se introduce un huesito de cada color en la bolsita de tela. Después, los jugadores seleccionan una de las pantallas de perritos y roban el número de huesitos inicial indicado en su interior. Realizado esto, el jugador con el mejor ladrido coge el marcador de jugador inicial y las 2 monedas de Fagin.

Durante cada turno, el jugador inicial lanza al aire las monedas de Fagin, obteniendo un resultado de entre 2 y 4, que serán el número de huesitos que deberán entregar como botín ese día e introduciéndolos en secreto en la bolsita de tela.

Una vez introducidos en la bolsa, el jugador inicial escoge uno de los marcadores con roles que se encuentran alineados en el centro de la mesa y, después, continúan el resto de los jugadores en el sentido horario.

Ahora llega el momento del robo en el que los jugadores, uno a uno y en el sentido del número de marcador de rol de mayor a menor, llevan a cabo la acción especial que indica su rol. Los roles de los diferentes marcadores son de diferentes tipos como coger un huesito negro de delante de nuestra pantalla y depositarlo en el cofre de Fagin o cambiar uno de nuestros huesitos detrás de la pantalla por otro del cofre de Fagin.

Después de realizar la acción especial, los jugadores roban a ciegas de la bolsita de tela el mismo número de huesitos indicado en el mismo marcador. Los jugadores deberán tener en cuenta que si aparece un huesito negro, habrá sido descubierto, o casi, y deberá parar de coger huesitos, colocar todos esos huesitos sobre la loseta del marcador de Fagin, salvo los huesitos de color gris que hayan robado, y colocar el huesito negro en el exterior de su pantalla, ya que al alcanzar 3 huesitos negros el perrito del jugador será despedido por Fagin, por lo que quedará eliminado de la partida.

La partida finaliza cuando los jugadores se queden sin huesitos detrás de sus pantallas, cuando solo queda un jugador o si al final de un turno se han robado todos los huesitos negros. Entonces se realiza un recuento de puntos, con los valores indicados en el interior de la pantalla, y el jugador con más puntos de victoria gana la partida.

Opinión

Doggy bag se trata de un juego con una mecánica elegante de push your luck (forzar la suerte). Y decimos elegante ya que, durante la partida, los jugadores no solo deben arriesgar para ser los que más huesitos ganen si no que deberán estar atentos al número de huesitos disponibles en juego, intentar adivinar las intenciones de los rivales, escoger bien las acciones que realicen y, claro está, saber cuál es el punto óptimo entre arriesgar o jugar con las probabilidades a su favor. Un juego de arriesgar y forzar la suerte de una manera controlada.

El nivel de interacción entre jugadores tiene un peso muy relativo durante el juego ya que durante la introducción a ciegas de los huesitos en la bolsa, los jugadores realizan todo tipo de acciones, desde meter 4 huesitos negros en la primera ronda a los que prefieren guardárselo para la última, pero que es realmente aquí, sin una directa interacción entre jugadores, cuando pueden molestarse y complicarse entre ellos la partida.

En cuanto a los entreturnos son especialmente cortos, es un juego que funciona magníficamente en los grupos en los que lo hemos jugado, entre 4 y 6 jugadores, y que nos muestra que a mayor número de jugadores, mayor descontrol y mayor diversión, pero continuando con esa filosofía de riesgo controlado.

La rejugabilidad es normal, se trata de un filler al fin y al cabo, un juego para jugar entre juegos o para arrancar una sesión de juegos larga, o incluso para unas cuantas partidas familiares con jugadores ocasionales que pueda hacerle las veces de introductorio.

El aspecto gráfico del juego es muy bonito, con estupendas ilustraciones en las pantallas y otros componentes, que será las delicias de los más pequeños de la casa, algo que, además, facilita el hecho de disponer de la regla de jugar sin las reglas especiales de los roles, que lo hace mucho más fácilmente introducirlo a los más pequeños.

Personalmente, nuestras impresiones son de ser un muy buen juego. Un juego que por sus asequibles mecánicas hacen de este un buen juego para introducir a los más pequeños de la casa y a nuevos jugadores a la mecánica de push your luck, y con ese puntito estratégico que otorgan los roles que permitirá disfrutar a muchos de los jugones asiduos.

Espero que hayáis disfrutado de la entrada tanto como yo, hasta la siguiente entrada…

¡Fagin sueña con un ojo abierto!