Warhammer Mi Ejército Enano

Desde que comencé en esto de los juegos de miniaturas, con Warhammer Fantasy de Games Workshop, mi ejército estrella siempre ha sido el mismo, el ejército Enano.

Orgullosos, cabezones e incapaces de rendirse, los Enanos son guerreros veteranos y tenaces. En su larga historia han sufrido pérdidas trágicas y se han enfrentado a un sinfín de dificultades.

Sus armas y armaduras son legendarias, así como su habilidad para no olvidar un agravio.

Si bien es cierto mi primer ejército fueron los Enanos del Caos, por aquella época en que comencé a finales de los 90. Después de unos 15 años con el hobby enterrado y olvidado volví a comenzar a jugar y cuál fue mi sorpresa el descubrir que Games Workshop los había exterminado, sí sí, exterminado, ya que según la historia del mundo de Warhammer Fantasy eran ahora los Reinos Ogros los que estaban en las tierras de lo aquel orgulloso ejercito atraído por la magia y el caos. Los que llevéis muchos años en esto del Warhammer ya sabréis que no fueron los únicos ejércitos que perecieron en el camino, otros tales como Mercenarios y Kislev también pasaron a mejor vida.

Entonces fue cuando tomé la decisión de seguir con la filosofía enana, algo que, aún jugando otros ejércitos más, me he dado cuenta que son uno de mis ejércitos favoritos, y por qué no decirlo, mucho más desde la última renovación a la 8ª edición, donde son más fuertes y resistentes que nunca. Si bien es cierto, se han cargado mi comandante estrella, Torek Cejohierro o el Señor de las Runas con su Yunque Rúnico en esta última actualización, ya que ha perdido mucha de su eficacia y poder.

Ahora os dejo una imagen de mi último ejército comandado por el Señor de las Runas, de 7ª edición, que partió a la guerra.

Espero que hayáis disfrutado de la entrada tanto como yo, hasta la siguiente entrada…

Soy un negado a campo atraviesa! ¡Los enanos somos veloces en el llano! ¡Muy peligrosos en las distancias cortas!